Entidades como Caja Rural y Caixabank tenían que haber ampliado sus estructuras para atender adecuadamente y con seguridad al personal laboral de las empresas, que están ahora terminando la campaña y las trabajadoras de contratación en origen, que necesitan disponer de su dinero, realizar transferencias y realizar los trámites de cierre de cuentas bancarias para el retorno.
Desde hace ya más de dos meses es de sobra conocido a nivel nacional la circunstancia que han vivido las trabajadoras de contratación en origen para poder retornar con sus seres queridos. También es de sobra conocido cómo se ha ido solventando esta circunstancia y cómo se iba a realizar el operativo de retorno de las trabajadoras.
Muchas de estas trabajadoras (la mayoría), junto con el resto del personal laboral de las empresas agrícolas, son clientes de entidades financieras, especialmente de Caja Rural y Caixabank, por su implantación en la provincia y porque muchas de las empresas freseras son también clientes de estas entidades, por lo que tradicionalmente las recomiendan a sus trabajadoras para realizar de forma más cómoda los trámites de transferencias de nóminas y otras gestiones.
La situación que explicamos no es nueva, campaña tras campaña estas entidades financieras saben el flujo de clientes que tienen en los meses de mayor producción y la necesidad de realizar trámites de estas trabajadoras (sus clientas) al retornar a su país.
Sin embargo, en estos días UPA Huelva está pudiendo comprobar colas de trabajadoras a las puertas de estas entidades debido a que no han dispuesto de los dispositivos necesarios para poder atender a estas usuarias. Esto se produce por una evidente falta de previsión al no tener en cuenta que, al disponerse los dispositivos de retorno este año de forma más concentrada en el tiempo, las trabajadoras iban a disponer de menos plazo para realizar sus trámites y se iba a necesitar dotar a las oficinas a estas de más personal y estructura y ampliación de horarios para atender de forma adecuada a sus clientas.
El resultado ha sido el colapso de las oficinas bancarias de los principales municipios freseros desde primera hora de la mañana hasta las 18:00h de la tarde, todo ello con el correspondiente riesgo sanitario debido a la cantidad de gente que se ha agolpado en las oficinas y la correspondiente mala atención no solo a estas trabajadoras, sino también al resto de usuarios/as que han visto cómo no han podido realizar con normalidad sus gestiones en las entidades.
También existe un perjuicio para los empresarios/as, que son también en su mayoría clientes de estas entidades, dado que todo esto afecta a su imagen, a sus necesidades también como clientes y a la propia gestión de los retornos, dado que estas colas pueden generar retrasos en los procedimientos.
Caja Rural y Caixabank son entidades que conocen sobradamente al sector y saben perfectamente la situación que ha tenido esta campaña y la forma y los plazos que iban a tener las trabajadoras de contratación en origen, por eso resulta inexplicable que no hayan previsto estas aglomeraciones y que no hayan dotado a sus oficinas de mayor estructura horarios y personal, o que hayan abierto oficinas móviles para dar una atención adecuada y evitar este colapso con el riesgo que conlleva. Por eso desde UPA Huelva emplazamos a estas entidades a que solucionen este problema y tengan más previsión para próximas campañas.